Morirse no es para tanto de José María Jiménez

Pienso que todos nos hemos hecho, al menos una vez, alguna de estas preguntas:
¿Quiénes somos?
¿De dónde venimos?
¿Y a dónde vamos?
En este momento de mi vida creo conocer las respuestas.

No ha sido una búsqueda sencilla ni breve, pero al final ha dado sus frutos. Llegó gracias a un inmenso regalo que mi padre me hizo justo en el momento de morir.
Ese descubrimiento cambió el rumbo de mi exploración.
Los años que había invertido en intentar responderlas apoyado sólo en la ciencia, no habían sido baldíos pero todas las respuestas no llegaron hasta que, gracias a aquella revelación, me di cuenta que la ciencia por sí sola, no era suficiente para poder llegar a la VERDAD.

A partir de ese momento tuve la certeza de que somos algo más que materia; tenemos una parte que no muere cuando lo hace nuestro cuerpo.
Desde entonces han sido muchas las experiencias que he vivido y las pruebas que he recibido de que eso es así.
Este es el relato de cómo he llegado hasta aquí.
Lo comparto con el mundo porque creo que un regalo como el que yo tuve no puede ser solo para mí.
Esta es mi historia.
Toma de ella lo que creas que te puede servir.