El libro de la Sabiduría Volumen 1 de Harry B. Joseph
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Es una interpretación mística y esotérica del cuerpo humano y su simbolismo espiritual, estableciendo paralelismos entre las narrativas bíblicas, específicamente el Jardín del Edén, y la anatomía y funciones humanas. Sugiere que el cuerpo es un microcosmos del universo, que encarna elementos y energías sagrados que reflejan las verdades cósmicas. La narrativa entrelaza los conceptos del Árbol de la Vida, el Árbol del Conocimiento del Bien y del Mal, los cuatro ríos del Edén y los cuatro fluidos sagrados en el cuerpo, presentando una visión unificada de la existencia física y la realidad espiritual.
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Simbolismo bíblico y anatomía humana: la narrativa conecta los árboles y ríos del Jardín del Edén con los sistemas nervioso y cardiovascular del cuerpo humano, lo que sugiere que estos símbolos bíblicos representan verdades fisiológicas y espirituales más profundas.
Cuatro fluidos sagrados: sangre, saliva, «aceite de Cristo» (posiblemente refiriéndose al líquido cefalorraquídeo o una esencia espiritual) y el semen/fluido vaginal se comparan con los cuatro ríos que fluyen en el Edén, que representan fuerzas vitales o energías esenciales para el sustento físico y espiritual. .
El ser humano como microcosmos divino: el texto postula que los individuos son similares a las estrellas o «fotones cuánticos», y encarnan la esencia divina dentro de una forma física. Sugiere un linaje directo desde la fuente de toda la creación, destacando el concepto de que los humanos son dioses o diosas que experimentan la vida a través de un medio físico.
El cuerpo como templo: partiendo de la idea de que el cuerpo es el templo del alma y la mente, la narrativa subraya la creencia en la santidad de la forma humana como recipiente para la experiencia y la iluminación divinas.
Dualidad y Conciencia: El papel del sistema nervioso en descifrar el mundo externo y el compromiso de la mente con el conocimiento dualista subrayan el tema de la dualidad y la búsqueda de comprender el bien y el mal a través de experiencias terrenales.
El corazón como centro de vida y emoción: El sistema cardiovascular, y específicamente el corazón, es exaltado como el Árbol de la Vida, central para la vitalidad del cuerpo y el nexo emocional que conecta lo físico con lo universal.