Si tienes un hijo adolescente y la convivencia no es fácil, este libro puede ayudarte.
Javier Urra, uno de los más importantes psicólogos especializado en adolescencia, nos ofrece las claves para aprender a escucharles y enseñarles a que te escuchen.
La adolescencia es una etapa de difícil autodominio y de grandes impulsos, por eso es necesario educar con ilusión y sin miedo para lograr una relación satisfactoria entre padres e hijos. Los adolescentes aportan muchas cosas positivas, pero hay que saber detectarlas y valorarlas.
En Déjame en paz… y dame la paga, Urra nos invita a sustituir las grandes preocupaciones por posibles soluciones, desterrando viejos mitos desde un punto de vista científico. Se puede empatizar, comprender y ayudar al adolescente. Disfrutar y aprender de ellos.
El manual imprescindible que nos ayudará a entender a nuestros hijos en su etapa más conflictiva y nos enseñará a que ellos también se acerquen a nosotros. Aquí tienes las claves para conseguirlo.
«Javier Urra es un extraordinario psicólogo que conoce a los adolescentes como pocos. En este libro nos da las claves para saber tratarles y afrontar sus problemas.» Nieves Herrero
En el «siglo de las comunicaciones y la era digital», nuestros adolescentes nos llevan mucha ventaja por lo que debemos esforzarnos en actualizarnos y sacar el tiempo suficiente para poder «comunicar» con ellos; hablar sí, pero escucharles también, y darles tiempo suficiente para que reflexionen sobre nuestros consejos.
«Es fundamental educarles con nuestro ejemplo diario y en valores como la generosidad, la responsabilidad, la solidaridad, el compromiso, el respeto, la asertividad para saber decir «no» a la presión de grupo, la humanización y el amor a los demás, aunque sea una palabra que no este muy de moda. Y, sobre todo, educarles desde el respeto y no desde el miedo.» Jesús Sánchez Martos
«Javier Urra vuelve a acertar con este retrato de nuestros hijos adolescentes. Un libro valioso y actual que nos avisa de algo importante: educar es ir a contracorriente.» Carmen Guaita