Greg es un adolescente retraído y solitario. Su padre es un cirujano plástico que nunca está en casa, su madre está obsesionada con el estatus y la decoración y su hermana menor sólo se preocupa por sus ensayos de baile.
Pero el principal problema de Greg son Ellas: Ellas, que imaginariamente lo persiguen por todas partes; Ellas, que aparecen en los lugares menos pensados; Ellas, que bajan del techo o caminan por la pared y la ducha; Ellas, que lo paralizan; Ellas… Las arañas.
Pero una tarde cualquiera, durante un breve segundo, encuentra la sonrisa de Alice y eso le basta para llenar el vacío de su vida. Sin saberlo, ella se convertirá en su interlocutora, en el motor de todas sus acciones, en su obsesión.
Alice y la mosca es una novela sobre las fobias, el aislamiento y el lado oscuro de las personas. Es sobre los secretos que la familia y los amigos esconden con tanto cuidado. Pero más que eso, es un libro sobre el amor, sobre encontrarlo y protegerlo de cualquier peligro.
Es tan difícil describir adecuadamente cuán bueno fue este libro. Greg sufre de esquizofrenia y el autor hizo un trabajo increíble al ponerme en su lugar. Todo el libro está narrado en tercera persona, en realidad en forma de carta. Greg está escribiendo una carta a una chica con la que está obsesionado, Alice. Me costó un poco acostumbrarme a la forma de las letras, pero realmente funcionó. Debido a la enfermedad de Greg, es el narrador menos confiable de la historia. Tiene delirios y paranoia. Incluso yo me preguntaba qué cosas eran reales y cuáles no, así que podía ver por qué Greg estaba tan atormentado. Todo el libro también tiene capítulos de transcripciones policiales, donde se entrevista a diferentes personas en la vida de Greg sobre su enfermedad y su comportamiento. Es obvio que algo malo sucedió y todo el libro conduce a ese punto. El final es seriamente desgarrador para todos los involucrados. Este fue un libro increíble. ¡Debe leer!